Las autoridades francesas han publicado la Ley de 30 de diciembre de 2021 sobre el uso del cáñamo (Cannabis sativa), que sustituye a la Ley de 22 de agosto de 1990 (que había sido objeto de jurisprudencia).

Concretamente, la nueva ley establece en particular los siguientes cambios en Francia

• La ampliación de la autorización para el cultivo, la importación, la exportación y la utilización industrial y comercial del cáñamo, en determinadas condiciones, a todas las partes de la planta de cáñamo. Pero con la utilización de las flores y las hojas únicamente para la producción industrial de extractos de cáñamo. En particular, se prohíbe la venta a los consumidores de flores u hojas crudas en todas sus formas, solas o en combinación con otros ingredientes (por ejemplo, productos para fumar, infusiones), su posesión por los consumidores y su consumo.

Estas disposiciones generales se entienden sin perjuicio de las disposiciones sectoriales más estrictas. Para los alimentos: Sólo las semillas de cáñamo y los productos derivados están autorizados en los alimentos. Dado que el CBD se considera un nuevo alimento, el CBD y los alimentos que lo contienen no pueden comercializarse sin una evaluación previa de la EFSA y una autorización de acuerdo con el Reglamento (UE) 2015/2283. Hasta la fecha, varios expedientes están siendo evaluados por la EFSA.

• Un contenido máximo de THC del 0,3% para la planta (en línea con las normas relativas a la Política Agrícola Común que entrarán en vigor el 1 de enero de 2023). Todos los productos que contengan más del 0,3% de THC se consideran estupefacientes y, como tales, están prohibidos.

Estas disposiciones generales se entienden sin perjuicio de disposiciones sectoriales más estrictas, en particular para los productos alimenticios, con el fin de garantizar que no haya riesgo para la salud humana.

• Una ampliación de las variedades autorizadas.

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