Este estudio aleatorio, controlado, doble ciego y cruzado se ha realizado en 34 adultos con hipercolesterolemia moderada. Recibieron una bebida de control o una bebida que contenía polvo de fresa liofilizada (25 g, dos veces al día) durante 4 semanas. Los dos períodos del estudio estuvieron separados por un período de eliminación de 4 semanas.

Después de 4 semanas, la suplementación no tuvo ningún efecto sobre el colesterol LDL, el colesterol total, los triglicéridos, la glucosa, la insulina, la PCR-as, la dilatación mediada por flujo o la presión arterial. Sin embargo, se observó un aumento de la dilatación mediada por flujo una hora después de la ingesta de fresas (p = 0,0008). Se observó una disminución de la presión arterial sistólica a las 2 horas (p = 0,02).

Por lo tanto, el consumo de fresas no parece tener efectos crónicos sobre los factores cardiovasculares, pero tiene un impacto agudo sobre la dilatación mediada por flujo y la presión arterial. Los autores plantean la hipótesis de que estos efectos pueden estar relacionados con los cambios en los metabolitos fenólicos derivados del microbioma tras el consumo de fresas, que influyen en la función endotelial.

Huang L, Xiao D, Zhang X, Sandhu AK, Chandra P, Kay C, Edirisinghe I, Burton-Freeman B. Strawberry Consumption, Cardiometabolic Risk Factors, and Vascular Function: A Randomized Controlled Trial in Adults with Moderate Hypercholesterolemia. J Nutr. 2021 Mar 23:nxab034.

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